sábado, 22 de septiembre de 2007

El Altísimo


A pesar de haberse manifestado a edad temprana, nunca es tarde para darse cuenta de que alguna cualidad física propia, irrisoriamente obvia de tan evidente, afecta de maneras impensadas múltiples aspectos de la percepción de sí mismo y del entorno. Que venga un basketballista Freudiano y me lo explique.

Ser alto es un factor que afecta prácticamente todos los aspectos de la vida de una persona, el cronista lo sabe y su espalda se lo recuerda muy a menudo. Desde la escuela, ser el último de la fila tiene algo de especial, pero ser descontadamente el último de la fila es aún más, pasa a ser parte de la definición personal, comenzando desde temprana edad a influir en los designios que el cosmos le tiene deparado.
De adulto, o casi, el alto domina la escena, al menos desde ese punto de vista, valga la doble descripción. Por tal motivo es objeto de admiración, asombro y represalias, ataques a su dominancia vertical por parte de sus congéneres inferiores. Es que la verticalidad está profundamente asociada a la calidad, jerarquía o relevancia de una persona o cosa. Lo más alto y lo más bajo, esos conceptos están asociados a consideraciones de calidad, quizá presentes dada nuestra naturaleza bípeda, y nuestra marcada asimetría vertical. La dominancia de las alturas frente a las bajezas quizás se deba a la posición de nuestra cabeza en la porción superior del tronco, y quizás de nuestra fascinación por el cielo y la idea de que la divinidad y la perfección residen fuera de la tierra, allá arriba. De cualquier modo, estar por encima de alguien conlleva un paquete de implicancias de índole jerárquica, de poder, y para ilustrarlo obsérvese al lenguaje: superioridad, supremacía, lo más alto, las alturas, etc.
Entonces el alto, que es muy alto, intenta ponerse a la altura inferior de quienes lo rodean. Para demostrar que no pretende imponer una distancia de subordinación, y para escuchar mejor. Que en una escena ruidosa no escucha una mierda lo que los otros hablan.
Así va encorvándose por la vida, mirando a los ojos a la gente (que está abajo), y mirando a su alrededor los objetos de uso cotidiano (que están por debajo).
Hasta que un día, en una habitación cualquiera, revive el momento en que el primer hombre erguido camina sobre la tierra, y asombrado, estira el cuello hasta que su mirada es un plano paralelo al suelo. Mira la puerta, desde arriba, y observa que hay polvo en la hoja de la puerta, que hay estantes con libros que no había visto antes, y que la habitación ha cambiado completamente. Luego resuelve volver a visitar lugares que le son suyos, con la cabeza en la posición que debe tener, resuelto a mirar cómo se ve cuando el que mira es él mismo.

Viejitos

[Entrada correspondiente al 24 de Agosto de 2007. Por algún motivo que desconocemos al cierre de esta edición, el Infrascrito desidió (con S) publicarlo recién ahora. En fin, que venga un corrector hortográfico y me lo esplique]

Hace algún tiempo (*n del g. e.: no se refiere aqui el Infrascrito a la suprascrita referencia al pasado reciente), el infrascrito pensó en la noche de la Nostalgia, evento de la movida nocturna que los uruguayos consideran único en el mundo. Una noche en donde muchos (en especialmente los mayores/adultos (pero no los adultos mayores, esos son mayores que los adultos, y éstos mayores que los jóvenes/adultos :) ) ), salen a bailar la música que bailaban cuando eran adultos más jóvenes o adolescentes (**: la "o" ambigua denota tanto disyunción inclusiva como sinonimia: desambiguar a gusto).
La Nostalgia en sí misma no es algo directamente relacionado a una fiesta bailable, pero Uruguay es un país lleno de sorpresas (?). La sorpresa por supuesto no es ésa, sino que el hecho de que los festejos de contrapunto emocional, como la fiesta de los muertos (presente en el Uruguay bárbaro del siglo XIX) o las fiestas-velorio de bebés (común en la campaña oriental bárbara) no son típicos de la sociedad actual.
Cierto que tampoco la pavada, la Fiesta de la Nostalgia no resulta algo tan grotesco o chocante ante nuestras almas civilizadas, pero el evento genera un gran revuelo en un pueblo al que le quedan muchos feriados pero pocas fiestas populares. Bueno, ésta tampoco es una fiesta popular. Se hacen fiestas cena-show-baile con entradas caras en lugares fashion, se escuchan oldies (viejitos escuchan y bailan viejitos) y lo retro se pone de moda. Para los jóvenes resulta un viaje hacia lo que serían sus as antípodas temprales del pasado, si el centro de esa línea temporal fuese su nacimiento.
Pero creo que lo que hace más especial esa noche es que en ella los viejos son cada vez más jóvenes, los jóvenes cada vez más viejos porque en el día que los viejos demuestran añorar su juventud se llevan consigo a los jóvenes, igualándose en su juventud reversa, todos cantando "By The Rivers of Babylon" o algo peor, todos haciendo el pasito de "YMCA", todos jóvenes, en cualquier época, en un revoltijo musical de sudores usados de otras pistas, otras ropas y otros códigos, todos cantando y bilando "viejitos" hasta el amanecer.

El Infrascrito

Vi ma perra


Emozione!!!! Tchego vimaperra!! Non calooor! Mutio friu! Blogalishces aktualizieren!
Entradite molte agregades mit Nouvelle Flavores!, dis-Fruteren des Manzanitten, Perras, Banananananas [anqe tout lanno ha, komme des manzanitte], Estróberiès, et al 2007.
Salut!

jueves, 26 de julio de 2007

Olor a mi

A veces el imperio de la visión y la audición cede terreno a los sentidos de cercanías, incluso cuando estamos en circunstancias donde el contacto con el otro es la inevitable y neutra compañía de asiento de bondi. Que venga un perro y me lo explique.

Ah! El olor del otro ser humano que tenemos al lado... Seguro, mis queridos lectores, que están pensando en algo agradable, el suave aroma de la piel fresca, quizás un dulce perfume dormido en algún cuello [válganme la... ¿cómo se dice cuando las imágenes se saborean, los sonidos son fríos y los gustos tienen textura propia?]... También pueden pensar en otros más fuertes, olores propios del sexo, del sudor, de todo eso acumulado en el tiempo...
Lo cierto es que no sólo olemos en esas cercanías, también olemos al otro cuando estamos cerca físicamente, aunque no lo estemos en ningún otro sentido. No sólo percibimos los olores íntimos sino también la coraza oliente que rodea a todas las personas; sin embargo pocas nos llaman la atención, quizás porque resuenan en nosotors, evocan ecos difusos que tardamos en enfocar. Un aroma a naftalina de un abrigo habrá envuelto a más de algún viejito, la ola de olor por él provocada al pasar habrá impactado con Vd. querido lector en incontables ocasiones.
Pero nuestro poder de discriminación es mucho más fino del que suponemos. Sin llegar a ser maestros en la modalidad, como los perros, podemos identificar el olor a niño, a madre, a anarco pobre, a obrero jubilado, a concheta de punta gorda a dos cuadras de general paz.
Es extraño, pero en ese espacio de enjaulamiento colectivo para el cual obviamente no tenemos un apropiado repertorio comportamental que es el ómnibus urbano, evitamos las miradas a los ojos (lentes de sol.barrera || cierto que exploramos, al menos algunos, la imagen del otro), evitamos escuchar al otro (auriculares.refugio), evitamos hablarnos, pero las moléculas, pedazos del otro que suben en la corriente de aire que se dirige a nuestra nariz, se incrustan en la mucosa, se pegotean con el moco y excitan a las células ciliadas que envían ráfagas de electricidad directo a nuestro cerebro, describiendo en un secreto código los pedazos del otro que hemos robado con nuestra aspiradora nasal.
Y eso de alguna manera nos hace pensar en nuestra infancia, en algún rincón de alguna casa donde aspirábamos un perfume similar, en alguna circunstancia especial que no logramos nombrar. Nos gustaría evocarlo con mayor nitidez, condensar la neblina que empaña nuestra memoria, aunque la esencia de la fascinación que provoca está justamente en su naturaleza brumosa.

lunes, 23 de julio de 2007

Erase una vez en Córdoba,

donde un periodista que recorríala cámara en mano, los ojos bien abiertos, piel nueva bajo el sol seco del corazón Argentino.

Venía del otro lado del Uruguay a cubrir un evento al cual asistirían sabios y aprendices de toda la región, convocados por una nueva ciencia emanada de la revolucionaria filosofía natural con principios matemáticos y del naturalismo más tradicional.
Dondequiera que el cronista posara su mirada, los Jesuitas aparecían inquietos, recorriendo las plazas, adiestrando indígenas, construyendo edificios, bibliotecas, cocinando... Las cordobesas también hacían que el cronista posara su mirada en ellas, pero a diferencia de los Jesuitas, éstas devolvían el gesto e invariablemente sostenían un breve pero gratificante mirada a los ojos, lo que sorprendió a nuestro cronista y a muchos de sus compañeros de viaje.
El aire seco de la sierra abrió los pulmones, secó el pelo, y devolvió frescura a la mente del cronista.
Renovado, éste, procura una entrada decente en su blog.

domingo, 24 de junio de 2007

Fin de Mes

Queridos lectores:

Espero hayan sentido la falta de su aperiódico favorito durante este frío mes de Junio. Aquí en la Oficina de Redacción se nos ha complicado bastante la cosa para llegar a Fin de Mes, y bueno, la verdad no hemos producido gran cosa.

Mentira, la verdad es que nos fuimos de vacaciones y a nadie se le ocurrió trabajar ni por joda. Realmente preferimos esta vida de hedonismo a la vorágine extenuante que implica preparar cada contenido de Mandinga Digital v2.0.

No por eso este blog dejará de publicarse, todo lo contrario; como recompensa por su abstinencia queridos lectores, y como consecuencia de nuestro merecido descanso rejuvenecedor, prometemos para el próximo mes: renovados contenidos, enviados especiales, corresponsalías en distintas partes del globo, novedades, bizarreces, y muchas más cosas de las que ustedes se olvidarán pronto pero ahora suena muy lindo prometer (incluído nuestro abuso de los signos de puntuación y nuestro fetiche de siempre, los paréntesis autorreferentes).

Como siempre, sin olvidar nuestros orígenes, MDv2.0 seguirá siendo verborragia pura y sin editar, un chorro de palabras directo a los ojos del lector, quien sediento devora gota a gota párrafos y sangrías, saltos de línea y espacios, comas, comillas y apóstrofes, delicias provenientes de las más puras y frescas fuentes tipográficas.

Un abrazo cálido con bufanda de lana roja,
en nombre del Equipo Editor:

el Jefe de Redacción

viernes, 1 de junio de 2007

Presencia

Agencia Nueva. Científicos uruguayos experimentan la relatividad del espacio.tiempo de una nueva y a la vez ancestral forma. Que venga un solipsista y me lo explique.

"Es una experiencia maravillosa", afirma uno de los jóvenes científicos involucrados en el proyecto. "Es como si de pronto sólo estuvieras tú (y la otra persona) y no existiera nada más que el espacio confinado de las dos Presencias y no hubiera más tiempo que el Presente".

Es la aparición de ese "Presente" con mayúscula que tiene intrigada a la comunidad científica local. La alteración en la percepción temporal de los individuos sometidos a la experiencia que parece obedecer poco a la física relativista ("moderna" en cierto modo), sin embargo estaría bajo la orbe de sucesos de índole subjetiva, sensaciones personales e intransferibles como la cédula de identidad.

Lo que más fascina a los investigadores es la posiblidad de encontrar un método para lograr que las personas se despojen de las nociones de futuro y de entorno espacial en forma transitoria, lo que podría ser utilizado con fines terapéuticos en padecimientos de carácter existencial, tales como el estrés, la angustia, la desorientación, etc.

"De repente todo alrededor se apaga, no existe más. Puede ser que estés en la mitad de la calle, pero tus sentidos están enteramente dedicados a una sola cosa", explica una joven participante del proyecto. "Puede ser peligroso, porque perdés conexión con el mundo exterior y la noción del paso del tiempo. Incluso te perdés a vos mismo, podés perder un poco de voluntad, podés perder el equilibrio y caerte. Pero no importa nada porque es maravilloso".

Lamentablemente, la viabilidad de la aplicación en masa de estas sensaciones con fines terapéuticos se ve comprometida por el hecho de que hasta el momento, todos los intentos por poder predecir cuándo y dónde, y entre quiénes sucede el fenómeno, han sido en vano.

domingo, 27 de mayo de 2007

Paréntesis

La frase vino de pronto, comencé a escribirla inesperadamente, como reflejo a un tropiezo torpe.
Apenas nació aparecieron en ella numerosos paréntesis curvos (incómodos, raros, pesados algunos. A veces se intercalaban en el medio de un transcurrir, dejándome mareado. Otras simplemente se hacían su lugar marcando intervalos saludables, dando espacio a otras líneas, aclaratorias algunas, simplemente relajantes o distrayente las otras. (Otras veces aparecían cómplices y juguetones a saltar y cantar con nosotros, embelleciendo la prosa (Es que los paréntesis curvos pueden ser una muy agradable compañía).
Con el tiempo, mi falta de equilibrio (que había producido el tropiezo) propiciaron la llegada de otos paréntesis, curvos y agudos unos, fueron preparando los párrafos para la aparición de un paréntesis recto como un portazo. [ La narración se detuvo de pronto, las palabras seguían fluyendo sin ser escritas, clandestinas en mi pensamiento y fugitivas de mi mano.
El dolor del salto de página abrupto comenzó a sanarse cuando ella, por supuesto, siempre ella, con más brújulas que yo, colocó suavemente el cierre]

Sunday morning, six messages sailed my sea.
(Sus mensajes salieron!) Silencio menguado subrepticiamente.
Siendo mensajes suyos, súbitas mareas subieron.
Sanar mis sentimientos, madurar.
Seguramente mi situación mejorará, subiré mi sierra, mágicos sonidos me suavizarán.
Segaré mi siembra, seguro mandato será.

{ Una llave se posó en la última línea y abrió la puerta. Los puntos suspensivos abren paso a futuras oraciones...

viernes, 25 de mayo de 2007

Blogueame

Estimados lectores, algunos se preguntarán por qué carancho hay un artículo tomado de Wikipedia referente a las bitácoras. Bueno, la pregunta es amiga de la salud mental, aunque amante de la locura. Que venga un semiólogo y me lo explique.

Lo cierto es que todo empezó con la definición misma de este rinconcito (?) del ciberespacio (tiene el ciberespacio rincones? es un espacio métrico? tiene recovecos? o acaso es liso y llano? a quien le importa? voy a dejar de hacerme preguntas? voy a cerrar este paréntesis? qué te molesta? te parece una pelotudez? y si la termino por acá? te vas a quedar con la duda de a dónde iba? ya te olvidaste de qué venía hablando?), bautizado en inglés "weblog", conjunción de web y log, que significan red y bitácora (o registro), respectivamente. El significado de bitácora al que se hace referencia aquí (como lo dice el paréntesis) no es el que figura en el artículo de Wikipedia, sino el cuaderno que en ella (según el artículo) se guardaba. El lugar donde quedaban registradas un sinfín de ocurrencias (suerte de caja negra) que ayudarían luego al capitán a completar el cuaderno de viaje.
Particularmente prefiero la denominación bitácora frente a registro, ya que la primera se la asocia con la idea de un viaje de cuyos sucesos se lleva registro. Bitácora de vuelo, bitácora de viaje, vamos dejando rastro de lo que ocurre en el camino, mientras vamos hacia algún lugar.
Evidencia virtual de que estuvimos yendo. En algún momento pasaron cosas mientras estábamos yend
o.

miércoles, 23 de mayo de 2007

En contexto

En cada lugar actuamos diferentes, nuestra esencia se expresa según las circunstancias. A veces se alcanan extremos cotidianos que resultan increíbles. Que venga un etólogo y me lo explique.

Lo que pasa siempre y rara vez nos damos cuenta de ello. Como la mayoría de las cosas. Vamos a tomar el ómnibus, llegamos a la parada, tomamos asiento. Orientamos nuestro cuerpo de espaldas a la publicidad luminosa rara vez interesante (suelen haber hermosas mujeres en ellas, a veces los hombres las miran), o por lo menos de perfil, y dirigiendo algo más que el rabillo del ojo para el lado que llegan los ómnibus. Ésa es la pose oficial. Así se espera un ómnibus, como si nos programaran desde la escuela para hacerlo de ese modo. Mirando la calle.
Algunos jóvenes reformatean su actitud y logran sentarse a caballito, pero mirando siempre para el lado por el que viene el bondi. Claro, esta orientación obedece a una razón práctica: hay que ver el ómnibus, el destino, la línea, si ya cruzó el semáforo, etc.
El cronista, embebido en grappamiel y borroso por el porro, recorrió las calles de la ciudad, de madrugada, junto a un alma gemela. El par de pronto dió con una parada de ómnibus, y decidió colonizarla. Hacerla su banco de plaza en plena vereda. Uno de los dos se sentó a contrapelo, enfrentando al otro (que parecía esperar un ómnibus). El cronista aquí intenta describir la inquietante revelación que vivió: el simple hecho de darle la espalda al ómnibus, de sentarse a caballito totalmente descolocado, sin encuadrar en la noción que su cabeza tenía, fuera de lugar en sí mismo, fuera del hábito de su cuerp de ser/estar así en una parada.
Hasta qué punto condiciona nuestro comportamiento el lugar físico en el que nos encontramos? Pregunta tonta que ignoraremos. Su complemento, la flecha patrás dice: ¿Hasta qué punto cargamos a un lugar físico con un signicado, qué tanto lo identificamos con una situación o lugar? Ejemplo obvio: nuestra casa, una mudanza. Uno hace su casa, uno le entrega a la casa cosas de sí, la hace suya. Luego la casa de uno es la casa de uno.
Pero uno a la casa la pinta, la adorna. Lo principal es lo que uno se hace a sí mismo. Uno se inscribe la casa bien profundo en su pensamiento, en sus sueños, en su rutina, en sus mañanas con tostadas, en el mate recién armado con un amigo. Uno se programa en contexto.
El cronista, como todos, se ha estado programando en la calle, en la parada de ómnibus, en muchos de esos lugares públicos que están muertos, destinados a ser receptores de la descarga de la gente, que esperando o caminando, va matando cuadras o minutos mascullando una mirada en la nada o apretando el paso con cara fruncida.

lunes, 21 de mayo de 2007

Bitácoras

Por El Infrascrito.

Definición de Wikipedia.

La bitácora es un armario o caja de madera, por lo general de forma cilíndrica o prismática, fija a la cubierta de un barco junto a la rueda del timón, y en la que va montada la aguja náutica mediante suspensión cardán a fin de que siempre se mantenga horizontal a pesar de los balances y cabezadas del buque. En su interior se colocan imanes y al exterior dos esferas de hierro dulce, para anular la acción perturbadora producida por los hierros de a bordo y hacer uniforme el campo magnético que rodea a la aguja, a fin de lograr que en todo momento señale el norte magnético. Antiguamente, cuando los buques carecían de puente de mando cubierto, se solía guardar en el interior de la bitácora el llamado cuaderno de bitácora, para preservarlo de las inclemencias del tiempo.
Ahora bien, el término es usado también, para nombrar un registro escrito de las acciones que se llevaron a cabo en cierto trabajo o tarea. Esta bitácora incluye todos los sucesos que tuvieron lugar durante la realización de dicha tarea, la fallas que se tuvieron, los cambios que se hicieron y los costos que ocasionaron.

http://es.wikipedia.org/wiki/Bit%C3%A1cora

jueves, 17 de mayo de 2007

Esa boca es tuya

Niña, los muchachos del equipo editor tienen algo para decirte...

Qué boquita hermosa!
Cómo nos gustaría degustarte, morder apenas esos labios tiernos, colarnos en tu tibieza al acercar nuestra boca, sentir tu presencia al mojarnos en tu saliva.
Besarte con un beso seco y suave, deslizar nuestros labios por los tuyos y sentir esa corriente afilada y graciosa que nos recorre e inquieta.

Un beso tuyo. Y ser feliz por un día.

miércoles, 16 de mayo de 2007

Exiliados de la intelectualidad

Agencia EFFE B. Que venga un veterano y me lo explique.
La reencarnación del "todo tiempo pasado fue mejor". Peligros acechan, pequeñas trampas esperan al mirar al pasado, o en el caso del inteletual abajo firmante, de imaginarlo.

Una reciente visita a una base de militancia de jóvenes de un partido de izquierda terminó por sellar la idea que sugerí con un amigo unos meses atrás. Es que los jóvenes, en particular los universitarios [supuestamente cultivados en las más sutiles artes], estamos quedando exiliados de la intelectualidad?? En nuestra alegre ( y sana ) preocupación por asuntos banales y superficiales (que nunca falte válgame Dios!), acaso somos más ingenuos, carentes de sabiduría, faltos de pensamiento filosófico, o como alguien dijo alguna vez [haciendo referencia al éxito de Paulo Coelho como escritor], nos estamos quedando sin dentadura mental?

En una buena, yo me pregunto: es que los medios de comunicación, con su cultura del entretenimiento contribuyen a que las preocupaciones del joven ilustrado se vuelquen excesivamente (??) hacia cuestiones sin trascendencia? Somos una generación de estúpidos?

Al menos en Uruguay, al mirar atrás se ven hombres y mujeres cuyas vidas estaban atravesadas por una ideología, un camino, en cuyas rutinas además de las deliciosas nimiedades de la vida cotidiana estaban presentes discusiones profundas acerca de cuestiones que trascendían sus propias vidas. Cuestiones de libertad, sociedad, equidad social, en fin, todo ese verso de cambiar al mundo.

Mi visita al club de jóvenes de izuierda me hizo darme cuenta de una cosa: muchas veces la distinción entre ideología y religión no es nada clara. Ese club político tenía mucho en común con un local religioso, parecía algo así como una casa de la fe. En una pared había una enorme hoz-martillo/cruz, enfrente lucía un hermoso cuadro collage con íconos de la fe comunista: palabras "MARX", "JUSTICIA", e imágenes que sugerían una idea de paraíso terrenal: felicidad, salud, trabajo (en su "sana" y por tanto, buena concepción), etc. Tuve la oportunida de hablar con un acólito antiimperialista, y la conversación que tuve fue similar a la que he tenido con algunos creyentes religiosos, muy instruídos, eso sí. Pero tuve la misma sensación.

Sin embargo, cada vez que pienso en el pasado, tengo la sensación de que las cosas eran bastante parecidas a lo que es ahora: hay gente que piensa, mucha gente que no. Quizás las oportunidades, los sitios donde se gestan discusiones, los ámbitos donde se intercambian inquietudes (los boliches donde se arregla al mundo todas las noches) no sean populares ahora; sin embargo eso no quiere decir que las presentes generaciones estén más anestesiadas que las anteriores.

Tengo incluso la sensación de que en los tiempos venideros, con el surgimiento de nuevos medios de comunicación y de participación (internet 2.0, soft libre, y todo lo que venga) lós jóvenes van a tener la oportunidad de hacer más, de volverse partícipes de cambios, mucho más que imaginarlos en palabras.


El Inteletual

lunes, 7 de mayo de 2007

Culpable

Agencias L y M. Que venga la Tia y me lo explique.

La culpabilidad ataca cuando uno menos se lo espera. Alerta queridos lectores!! Uno puede rápidamente volverse un autoflagelante sin siquiera saberlo!

Son tiempos difíciles para el equilibrio emocional. Ante los embates de una vida amorosa en leve ebullición, los sacudones y vaivenes atentan contra la confianza y desencadenan epiosdios de acaparación de culpas. Sujetos sin la suficiente entereza y solidez para afrontar pequeñas situaciones adversas pierden la perspectiva y comienzan a castigarse por su falta de juicio. Otros síntomas comunes son el bajoneo, la insoportable pesadez del tórax, y la persecución autorreferencial fútil.
Ante la posibilidad de que se trate de una pequeña epidemia, las autoridades deciden tomar riendas del asunto y consultar ayuda profesional.

domingo, 6 de mayo de 2007

Pandemonios

Domingo, 06 de mayo de 2007. Montevideo, Agencia.

“Sufro el dominio de los domingos, son como adelantos de navidad” Que venga Fernando Cabrera y me lo explique.

El cronista sufre de lo que Cabrera describe en su canción. Desesperadamente intenta un manotón de ahogado contra el teclado, y éste responde con un servicio de mensajería instantánea. Ahí encuentra personas, todas mujeres (casualidad?) con las que chatea y se divierte. Se siente mejor. Decide postear este post en su blog. Decide buscar la letra de la canción para el encabezado, la encuentra un blog náufrago del 2006.

La última fecha inscrita en la bitácora permite situar el momento en que ocurrió el desastre. Una tal kariaco (Karina?) está en barcelona y habla (escribe, maldita trampa de la prosa informal que nos engaña) sobre adaptarse a un lugar, generar rutinas nuevas que se parecen a las viejas, para sentirnos como en casa en un ambiente alienígena. El cronista se siente identificado mientras escucha el último disco de Cerati. Luego se emociona mirando las dos fotos que aparecen publicadas, muy hermosas realmente, en un reflejo de un CD sobre un laptop logra apreciar la cara de la escritora, y le parece muy hermosa. Que la última fecha sea Agosto de 2006 toca un acorde ambiguo en su interior. Surgen intrigas, sobre qué le habrá pasado a esta muchacha. ¿Acaso habrá fallecido? Los domingos ponen fatalista a cualquiera. Pero la idea le seduce: Joven periodista/escritora o lo que sea fallece luego de haber publicado 3 posts muy lindos en su blog. Un año después éstos son leídos por un joven que comienza su blog, y se enamora de ella leyendo su bitácora. Ignora que ella ha muerto. De todos modos él se enamoró del blog, no de la joven.

Tiempos modernos, enamorarse de un blog. Mentira, enamorarse del arte es condición humana. Y esto es el efecto de los domingos, según lo describe el cronista. Por las dudas, Karina está viva. Al menos al primero de Mayo. kariacomvd.blogspot.com

martes, 1 de mayo de 2007

Feliz Día Compañeros!!!!

Montevideo, Agencia G. La ciudad parece desolada, llueve y no hay ningún comercio abierto. Que venga un mártir de Chicago y me lo explique.

Trabajadores!! Feliz día!
Festejemos... sin trabajar. Bueno, hay algunos que trabajan igual, pero la ciudad de Montevideo parece que hubiera muerto repentinamente.
Nada.
No pasa nada.
No pasa nadie.
No pisa nadie.
No pisé a nadie.
Nadie pasa a nadie.
Nadie pasa.
Nada pasa.
Excepto en los actos del PIT, de los renegados del PIT, y en la tele, que no estoy viendo, porque estoy escribiendo esto y chateando con las 2 personas que se atreven a estar online hoy, una de ellas en Italia, que no tiene idea de qué dia es hoy y sigue trabajando, por más que el feriado es internacional, o por lo menos la fiesta, el recordatorio, el homenaje, salvo en EE.UU. donde murieron los trabajadores aquellos. En fin.
Arriba los que luchan!

Volviendo a la ciudad

Montevideo, Agencia EFFFE.

Por fin una nueva entrada en su periódico cibernético favorito. Por razones académicas, los reporteros se han mantenido ocupados fuera de la ciudad, y no han contado con el suficiente tiempo como para realizar corresponsalía. No se preocupe querido lector, esto va a suceder siempre de aquí en más. De hecho 'Mandinga Digital' debería ser llamado aperiódico cibernético. Sería más cercano a la realidad.
Pero usted ya sabe esto, así que está esprando algo nuevo en las siguientes líneas, esta gacetilla intentará no defraudarlo.

jueves, 1 de marzo de 2007

Murphy

quizás no sea esl espíritu del blog, es un poco largo, pero acá va de todos modos, sin editar, eso sí. Mandinga Digital es verborragia pura. Que venga un Gurú editor y me lo explique.

Llegué a la parada. Pregunté y recién había pasado el 427, entonces me senté en el murito a espaldas del complejo a esperar. Me entretuve mirando a las personas que esperaban conmigo: un abuelo ( o papá ?) con un niño de unos tres años que preguntaba, una mujer madura bien vestida que llevaba una boletera de estudiante se sentaba a mi lado, mandó a una pareja de chicos a comprar medio kilo de sandía al puestito de enfrente. Así transcurrieron los minutos, mientras intercambiaba miradas con el abuelo canoso de pelo largo que iba de bermudas y remera sport, como quien sabe supiera que ésta es su época, como si se sintiera bien sintiéndose joven sin ocultar sus canas ni su cara de piel curada por el tiempo. Así me quedé sentado mirando a la chiquilina que venía con el brazo del pibe con una media sandía en la mano, muy frescos y veraniegos ellos, a mostrarle a la mujer bien vestida que habían vuelto con media sandía, no medio kilo, y que volvían al apartamento a comerla, sonrientes todos. Yo tenía hambre, aunque me había comido un alfajor hacía un rato ya. Huelo el inconfundible aroma de las tortas fritas, que venía de la vereda de enfrente, y esto es crucial: el puesto estaba enfrente. Miré hacia el puestito y tardé un minuto en decidirme. Fue entonces cuando sucedió.

Más tarde ya en el ómnibus no podía parar de pensar en lo extraordinario de mi descubrimiento, comenzaba a vislumbrar cómo toda la estantería se desmoronaba, cómo la plataforma fundamental en la que descansa toda la ciencia y el sentido común, la lógica, la razón, y cualquier caso particular de la Ley de las Cosas que nos permite encontrar un sentido y movernos seguros en este mundo, confiados de que las Cosas son de Una Manera. Al principio soñaba con la fama, con el Nobel (El Nobel, todos los premios Nobel juntos, no podía ser sólo el de física, pues aquello parecía tan extraordinario que trascendía fronteras científicas, era verdaderamente universal), galardón que desde que entré a facultad mis amigos me vaticinaron yo ganaría algún día. Imaginaba cómo mi demostración originaría una nueva revolución en la forma de ver y analizar la realidad, e inocentemente, imaginaba todo aquello como bañado de luz, brillante futuro de la humanidad en que un nuevo amanecer raya el horizonte. Aquel evento, pensaba yo, traería felicidad y prosperidad al mundo, al liberarlo de la maldita Ley de las Cosas que todo lo sustenta, que todo lo ampara, madre de todas las Leyes, Axioma último de la vida.

Por suerte, aquel éxtasis duró poco menos de media hora. Durante el viaje en el ómnibus se fue diluyendo, se fue mezclando con mis pensamientos acerca de mis compañeros de viaje. Enfrente tenía al abuelo/papá viejo/joven que sentaba en su falda al niño, intercambiamos miradas varias veces. Él intuía que algo estaba pasando en mí, yo creo que debe haber sido fácil leer en mi cara los signos de mi extático delirio. Yo tenía ganas de escribir, o mejor aún, de hablar en voz alta todo lo que iba pensando acerca de las implicancias de mi descubrimiento, que siempre resulta una lo más difícil de hallar en un descubrimiento. Pero era consciente de que si lo hacía, tendría la atención de todos mis compañeros de viaje, que estaban dispuestos como en una peña, había a mi lado y a mi frente, como si la parte de atrás del ómnibus fuera una pequeña ronda donde nunca nadie cuenta nada, y cada uno mira para su lado. Y no quería eso. No sólo porque me mirarían, me escucharían y pensarían que estoy loco y entonces trataría de ignorarme no mirándome, sino porque serían incapaces de hacerlo en primera instancia. Todos tenemos tan incorporado el hecho de que uno habla solo en voz alta sólo cuando está solo. Y esto no se debe sólo al miedo a ser considerado un loco, sino a que en ciertos ámbitos públicos y anónimos como un ómnibus, o peor aún, un ascensor (el colmo de la distante cercanía) es imposible hablar solo en voz alta sin pasar a ser el centro de atención de todas las personas. Y no es una atención trivial o fugaz, como quien se da cuenta de un carraspeo, una sonada de nariz, sino una violenta sacudida atencional, un choque entre lo esperable y lo que sucede que es tan fuerte a veces que la gente se desespera, entra en pánico, se altera, se le eriza la piel y los pezones, tiene náuseas, mareos y convulsiones, y en algunos casos extremos llegan a contárselo asombrados a alguien más. Para evitar todo esto y poder hablar tranquilos en soledad, es que se inventó el celular. Aunque aún así, si se pretende descansar de la tensa atención de los demás, debemos fingir que mantenemos una conversación con alguien, y eso a veces cuesta trabajo y genera ansiedad.

Por suerte, no compartí con nadie mis divagues acerca de la refutación de la Ley Máxima de las Cosas, o mejor dicho, la prueba de que no es inevitable, y que se puede hacer trampa. Tonta figura, lo acepto: no se puede hacer trampa nunca, no es que haya una ley que quebremos, es que no hay tal ley. O si la hay, pero no la conocemos en su totalidad e ignoramos el inciso j que habla de las excepciones.

Por suerte, porque si había alguien capaz de comprenderme, acaso quizás el abuelo (intuí que él comprendía bien algunas cosas), me hubiera tomado por los brazos y sacudiéndome me hubiera dicho “Insensato!!! Estás tan ebrio que no ves el precipicio que estás a punto de socavar!!!! Despierta de tu narcótico idilio, y fíjate en lo que el Destino ha puesto delante de ti!!!

Pero eso lo entiendo ahora, que ya es tarde y tengo sueño, y veo las cosas de otra manera. Es ahora cuando logro ver que mi descubrimiento arrojaría a los hombres a una época de oscuridad de la que difícilmente se pudiere jamás salir. Nunca una afrenta, una rasgadura en el manto omnipresente de La Gran Ley podría ser reparado, para desesperación de todos. Una grieta en el sistema de respaldo de nuestra manera de pensar y sentir descubriría una infernal y enceguecedora luz atroz que nos avasallaría al mostrarnos un abismo de infinitas posibilidades, de insondables universos en los que jamás podríamos para navegar con nuestras brújulas y mapas de juguete.

Creo que ahora hice clic en mi cabeza: no hubo tal descubrimiento, fue sólo una casualidad que en el justo momento en que me incorporara plenamente decidido a cruzar la calle a comprarme una torta frita, apareciera en la esquina el 427 Paso de la Arena.

miércoles, 28 de febrero de 2007

Ahora si!!

Para los giles que entraron a mandingadigital.spaces.live.... etc. etc.
Éste es el blog postalina!!!
Aunque todavía no sé qué carancho le voy a poner, se escuchan ofertas.
Puede haber una sección wiki, así re-democrática re-pública re-web2.0
Y otra sección dictatorial en donde me despacho con una columna. Y digo lo que quiero. Porque este es el medio más democrático del mundo en el que cada uno ejerce su propia dictadura, porque si nos vamos a poner democráticos con nosotros mismos viviríamos de asamblea en asamblea, de comisión, juntas, llamados a sala, pedido de informes cada vez que hablamos, escribimos, vamos al baño o rajamos a puteadas a alguien. O nos comemos un pancho con mayonesa pero sin mostaza.
Salud, hasta la próxima entrada de su blog favorito, 100% esoterismo barato y digital. Esto fué,
cosa e' MANDINGA DIGITAL!!!