jueves, 26 de julio de 2007

Olor a mi

A veces el imperio de la visión y la audición cede terreno a los sentidos de cercanías, incluso cuando estamos en circunstancias donde el contacto con el otro es la inevitable y neutra compañía de asiento de bondi. Que venga un perro y me lo explique.

Ah! El olor del otro ser humano que tenemos al lado... Seguro, mis queridos lectores, que están pensando en algo agradable, el suave aroma de la piel fresca, quizás un dulce perfume dormido en algún cuello [válganme la... ¿cómo se dice cuando las imágenes se saborean, los sonidos son fríos y los gustos tienen textura propia?]... También pueden pensar en otros más fuertes, olores propios del sexo, del sudor, de todo eso acumulado en el tiempo...
Lo cierto es que no sólo olemos en esas cercanías, también olemos al otro cuando estamos cerca físicamente, aunque no lo estemos en ningún otro sentido. No sólo percibimos los olores íntimos sino también la coraza oliente que rodea a todas las personas; sin embargo pocas nos llaman la atención, quizás porque resuenan en nosotors, evocan ecos difusos que tardamos en enfocar. Un aroma a naftalina de un abrigo habrá envuelto a más de algún viejito, la ola de olor por él provocada al pasar habrá impactado con Vd. querido lector en incontables ocasiones.
Pero nuestro poder de discriminación es mucho más fino del que suponemos. Sin llegar a ser maestros en la modalidad, como los perros, podemos identificar el olor a niño, a madre, a anarco pobre, a obrero jubilado, a concheta de punta gorda a dos cuadras de general paz.
Es extraño, pero en ese espacio de enjaulamiento colectivo para el cual obviamente no tenemos un apropiado repertorio comportamental que es el ómnibus urbano, evitamos las miradas a los ojos (lentes de sol.barrera || cierto que exploramos, al menos algunos, la imagen del otro), evitamos escuchar al otro (auriculares.refugio), evitamos hablarnos, pero las moléculas, pedazos del otro que suben en la corriente de aire que se dirige a nuestra nariz, se incrustan en la mucosa, se pegotean con el moco y excitan a las células ciliadas que envían ráfagas de electricidad directo a nuestro cerebro, describiendo en un secreto código los pedazos del otro que hemos robado con nuestra aspiradora nasal.
Y eso de alguna manera nos hace pensar en nuestra infancia, en algún rincón de alguna casa donde aspirábamos un perfume similar, en alguna circunstancia especial que no logramos nombrar. Nos gustaría evocarlo con mayor nitidez, condensar la neblina que empaña nuestra memoria, aunque la esencia de la fascinación que provoca está justamente en su naturaleza brumosa.

11 comentarios:

ele dijo...

http://www.google.com.uy/search?hl=es&q=olores+por+internet&btnG=Buscar+con+Google&meta=

Equipo Editor dijo...

Lo que pasa es que con los olores no tenés un RGB para combinar y tener todos los olores del mundo.
**
Lo que podría ser viable es Tacto x Internet... y no estaría nada mal. Y nocicepción (dolor), y sensación de frío y caliente, pero no tiene tanta gracia. Lo de dolor sí. Muchos pagarían por dolor.
Muchos ya pagan por dolor.

Equipo Editor dijo...

Ele, vos siempre tan chica web 2.0***
Decirte que estás aggiornada es tratarte de chapada a la antigua.

Perrito Wagneriano dijo...

Me presento en calidad de perro para explicartelo:

Me remito a una anécdota de 104. Súbese una chica muy pocitense, con los últimos requerimientos de la moda rioplatense cumplidos al pie de la letra. Siéntase detrás de mí, mientras yo, plácido, escuchaba a Elliott Smith. Oleadas.. pero OLEADAS de mortadela comenzaron a invadir mi nuca, haciendo contraste con el fenotipo que aprecié al subirse la susodicha.

En fin, en definitiva no expliqué nada, pero la anécdota rellena un espacio que jamás olvidaremos (?).

Equipo Editor dijo...

MORTADELAAAAAAAA!!
cierto, jamás esperaría olor a embutido.

marcapaso dijo...

olor
el olor nos hace percibir al otro.
olemos, nos damos vuelta y miramos..miramos y si nos gusta tocamos...
tocamos y si nos gusta lo llevamos???
Lo más lindo es que los olores integran nuestra memoria emotiva.
Olor a vos en mi, olor a mi en vos.

PéTaLoS dE tIzA dijo...

Y en la nariz llevarás oloorrr a míiii No,¿no? Era de otra manera la canción pero la modificación viene al caso.
Yo de olores en el ómnibus puedo decir dos cosas:
1- Una vez subí al ómnibus con un ramo de jazmines y se subió un señor muy maloliente, ese olor a mugre vieja de toda la vida, y se sentó adelante mío. Casi me muero, menos mal que tenía los jazmines y los olí todo el viaje de 3 Cruces a Punta Carretas.

2-Siempre huelo algún chico que lleva el mismo perfume que mi ex y me trae muchos recuerdos.

En definitiva los olores comunican cosas, es muy zarpado. Yo no me había dado cuenta de eso hasta hace poco.

Ta ya atomicé. Primera vez y seguiré pasando.

Saludillos.

ele dijo...

olor mortadela no es glamour

Equipo Editor dijo...

pase nomas y publique su comentario, que no atomiza

Aqui los compañeros poseemos una perseverante actitud abierta, y permitimos publicar permanentemente parcialidades pronunciadas por personas particularmente presas por pasajeros me quede si palabras con p

ele dijo...

che muñaño, que buenas las fotos de córdoba, se ve que está re buena la ciudad.

huele?

coppelia dijo...

Jeje! Cuando baje del avión en Carrasco, había olor a Uruguay!!!
Fue lindo, era olor a estar en casa.